domingo, 9 de abril de 2017

Deslices periodísticos

Un mal perdedor

El activo decano del Colegio de Periodistas del Perú (CPP), Max Obregón Rossi, denunció penalmente por los delitos y calumnia y difamación al colegiado Aristóteles Gálvez Cabrera, quien hasta ahora no se resigna a haber perdido las elecciones para el decanato nacional en el 2015, cuando quedó tercero.

Resentido, en noviembre de ese mismo año inició una campaña de desprestigio contra Obregón, por todos los medios a su alcance, incluidas las redes sociales; una denuncia ante el Ministerio Público, a fin de vacarlo en el cargo; y un oficio al ministro de Transportes y Comunicaciones, para que sea dejada sin efecto la representación del decano del CPP en el CONCORTV.

Gálvez inició su campaña cuando Obregón se opuso extender por dos años su mandato como decano del CPL, y respetar lo establecido en el estatuto del Colegio que señala que ningún familiar de hasta cuarto grado de consanguinidad puede postular de inmediato a un cargo regional o nacional si forma parte de la directiva en ejercicio. El denunciado quería seguir dejando en herencia el cargo a sus familiares como cuando ocupó el decanato del CP del Callao.

Son muchos más los antecedentes de este mal colega periodista, que deberá responder por su accionar ante el Poder Judicial.

Aparte, el caso está en manos del Tribunal de Honor del CPP, que deberá pronunciarse sobre este caso en los próximos días.

 

Despistado

A los numerosos profesionales que han invadido el campo periodístico, se suma un comentarista 'marciano' (porque su columna aparece los martes, ojo) al que no entendemos lo que quiere decir. En su último artículo dice, textualmente: "Todo Ecuador debe estar preocupado por el resultado oficial de las elecciones presidenciales del domingo". Es decir, el triunfo del candidato oficialista, preocupa al 51 % de ecuatorianos que votaron por él, y al 49 % que lo hizo en contra. ¿Cómo así? No lo explica.

 

Incongruente

Le preocupa a este señor el anuncio del Consejo Nacional Electoral de Ecuador, por que contradice el resultado de las encuestas 'a boca de urna', hechas por "la encuestadora más respetada y antigua del país, Cedatos", que otorgaban un 53 % a favor del candidato opositor y 47 % al candidato del Gobierno. No es nuestro ánimo de cuestionar la opinión de este 'analista internacional', pero nos llama la atención que otorgue más credibilidad a una encuesta a boca de urna que al conteo oficial de votos.

 

Contradicciones

Para este comentarista marciano (por lo de martes, reiteramos), en caso de elecciones en el Perú, tendríamos que darle credibilidad a los resultados que nos ofrezcan encuestadoras como Datum o Ipsos, y descartar los datos oficiales de la ONPE. Es decir, los organismos electorales debieran desaparecer del sistema y dejarle la tarea a las encuestadoras. ¿Puede considerarse seria una opinión de esta naturaleza? La cosa es que el pueblo ecuatoriano se ha pronunciado de una forma y otra, y su decisión debe ser respetada. ¿No que 'vox populi, vox Dei? Puede o no gustarnos los resultados, pero en democracia hay que respetar la decisión de las mayorías. Aunque, históricamente, no siempre, sus decisiones sean la correctas. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario