domingo, 5 de marzo de 2017

¿Nuevas fisuras en la UE?


Decía José Ortega y Gasset: "Cuando veáis que de una parte combaten muchos y de otra pocos, sospechad que la razón está en estos últimos."

Y añadía: "Se juzga inteligentes a esos vanos charlatanes que llamamos 'políticos'. (…) Y en tanto los mejores, los que verdaderamente valen son pocos conocidos, nadie les hace caso o, tal vez, se les combate en todas formas."

Allá por el año 798 el teólogo anglosajón Alcuino de York advertía a Carlomagno que "no debería escucharse a los que acostumbran a decir que la voz del pueblo es la voz de Dios, pues el desenfreno del vulgo está siempre cercano a la locura". Bueno, tampoco se trata de opinar hasta ese extremo, pero sí que muchas de las decisiones de las mayorías se acercan más a la estupidez, definida esta como "torpeza notable para comprender las cosas", y su afinidad con cretinismo, imbecilidad o idiotez.

Estas disquisiciones vienen a propósito de lo ocurrido en el año que pasó y las consecuencias que traerá consigo, particularmente en el viejo continente.

Recordemos tres hechos: la inexplicable decisión del pueblo colombiano de decirle 'No' al acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC, que buscaba poner fin a medio siglo de violaciones de los derechos humanos; la también incomprensible elección del multimillonario misógino, xenófobo y racista Donald Trump, amén de la tercera elección consecutiva de Daniel Ortega, como presidente de Nicaragua, gracias a lo cual el líder sandinista que ayudó a derrocar a los Somoza gobernará por más tiempo que cualquiera de ellos: 24 años, 1 mes y 21 días, hasta el 2022. Podrían ser más si vuelve a ser reelegido, él o su esposa, al término de su actual mandato.

En realidad, todos esos hechos no debieran sorprendernos. Pocos han notado que las reacciones grupales a favor o en contra de lo que sucede a nuestro alrededor, es resultado del incomprensible comportamiento de la humanidad desde que apareció en la Tierra.

 

Lo que nos trae el 2017

No nos sorprenda, pues, lo que se teme que pueda venir ahora en Europa, donde el  triunfo de Trump ha despertado las esperanzas de grupos antisistema en países como Italia, Austria, Holanda, Alemania y Francia-, que se aprovechan del descontento originado por la llegada de millones de inmigrantes provenientes de zonas en conflicto en Medio Oriente, África y Asia del Sur.

Comentaristas internacionales advierten de las consecuencias de la prédica antisistema y de la mayor crisis migratoria y de refugiados que experimenta Europa después de la II Guerra Mundial.

Si a ello se suma la grave crisis económica que enfrenta la Unión Europa (UE), el resultado es el alza que experimentan en los sondeos los partidos de derecha y extrema derecha, que propugnan rechazar la inmigración, recuperar su 'identidad nacional' y alejarse de la UE, como lo hiciera el Reino Unido, con el llamado brexit (del inglés Britain, británico, y exit, salida).

Entre esos grupos, preocupa la presencia de Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, de Francia, y fuerte candidata a las elecciones presidenciales del próximo 23 de abril. Para ella, el triunfo de Trump, es un anticipo de su próximo triunfo personal.

  Marine Le Pen

 Analistas internacionales advierten que ella encabezaría el Frexit, pese a lo que viene ocurriendo con el Reino Unido, que ha visto desplomarse el valor de su moneda y cientos de empresas evalúan alejarse de Londres, como consecuencia del Brexit.

 Beppe Grillo

 En Italia por lo pronto, el líder del Movimiento 5 Estrellas, el actor cómico Beppe Grillo (versión italiana de nuestro cómico Carlos Álvarez), ya logró la renuncia del ex primer ministro Matteo Renzi, cuya propuesta de reforma constitucional para reducir los poderes del Senado y acelerar el proceso legislativo, fue rechazada en las urnas por los grupos mayoritarios que siguen al líder derechista.

  Geer Wilders

  Lo mismo podría ocurrir con los xenófobos y ultranacionalistas Geer Wilders y su Partido por la Libertad (PVV), en Holanda; y Frauke Petry, "la mujer más temida de Alemania" y su partido euroescéptico Alternativa para Alemania (AfD), que participarán en las elecciones parlamentarias de las próximas semanas, y cuentan con gran respaldo.

La lideresa del AfD, desde julio de 2015, es una química, empresaria y política alemana, miembro del Parlamento Regional de Sajonia desde 2014.

  Frauke Petry

 

Los analistas europeos advierten que las consecuencias del referéndum británico sobre la UE se extienden como un reguero de pólvora. Un 54 % de los holandeses dice desear una consulta semejante, aunque solo un 48 % estaría dispuesto a abandonar el club europeo.

Para caldear la cuestión, Geert Wilders ha instado a la ciudadanía a "dar un portazo a Bruselas" en las elecciones generales del 15 de marzo próximo, para renovar cada uno de los 150 escaños de la Segunda Cámara de los Estados Generales, la cámara baja de ese país. El holandés de cabellera oxigenada viene proponiendo un referéndum con un proyecto político abiertamente antiinmigración.

"Queremos ser dueños de nuestro propio país, de nuestro dinero, nuestras fronteras y nuestra política migratoria", ha dicho en un comunicado el líder del PVV. "Los holandeses necesitamos tener la oportunidad de expresar nuestra opinión sobre nuestra pertenencia a la UE lo antes posible", ha añadido agitando el fantasma del Nexit, la hipotética salida de Holanda de la UE, que hoy se perfila más posible que nunca.

El júbilo de los ultras se ha traducido en exigencias concretas y amenazas a que el temido efecto dominó de la consulta británica se vuelva realidad. En esa oportunidad, Marine Le Pen, tuiteó: "Como llevo pidiendo hace años, ahora hay que convocar un referéndum en Francia y en el resto de partidos de la UE".

 

¿Otra vez, Andrés?

Antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos muchos no creían –ni las encuestas lo predecían- en la posibilidad que el candidato republicano Donald Trump llegara a la Casa Blanca, pese a sus, cada cual más, disparatadas expresiones vertidas durante la campaña electoral.

Ahora el panorama es similar en Europa y quizás haya quienes duden de que la historia se repita.

A decir, verdad, no sería nada de extrañar que la historia vuelva a repetirse, como tantas veces ha ocurrido en la historia.

Son los grupos minoritarios los que observamos, no sin estupor, las reacciones grupales mayoritarias de los grupos humanos, empeñados en marchar contra la corriente. Es la estupidez humana que se manifiesta en toda su inmensidad.

Y, en aras de la democracia, tenemos que respetar las decisiones de las mayorías, seguir escuchando el sambenito de que las mayorías siempre tienen la razón y aceptar que nos sigan refregando esa estúpida expresión latina que  dice  vox populi vox Dei ('la voz del pueblo es la voz de Dios').

Como si el Altísimo fuera inspirador de los errores que comete la humanidad, ya que según versiones eclesiásticas el hombre está hecho a su imagen y semejanza; que, en nuestra opinión, es una forma (también estúpida) de interpretar el mensaje bíblico y explicar el comportamiento humano. Es, por el contrario, una forma estúpida de contravenir la buena voluntad del Creador.

Para explicar en parte el estúpido comportamiento humano suele decirse que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Totalmente y absolutamente, mentira. El hombre es el único animal que tropieza cien veces con el mismo guijarro, no aprende de sus experiencias y seguirá haciendo lo mismo la misma cantidad de oportunidades que tenga sobre la tierra.

El historiador Ernest Renan decía: "La estupidez humana es la única cosa que nos da una idea del infinito."  Lo que significa que la humanidad seguirá siendo la misma por in sæcula sæculorum, o sea, hasta el fin de sus días.

Dios nos coja confesados.

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