En su primer artículo de este año, el divulgador
científico Tomás Unger relata 'La larga historia del cero', en el que se basa
la aritmética binaria. Según dice, el concepto de 'cero' como cifra "nació
en la India a principios del primer milenio y se demoró casi mil años en llegar
a Europa y poner la base de la ciencia moderna", y posteriormente, fue
adoptado por los árabes, incluyéndolo como la última cifra.
Eso significa que, tal como nos enseñaron de niños,
debemos contar 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8. 9… y 0. Después de los números que
'cuentan' viene otro que 'no cuenta', que no vale nada. ¿Cómo es esto?
Tenemos la impresión que esa propuesta de los
antiguos matemáticos se aceptó a rajatabla, y nadie, nos parece, se atrevió a
enmendarles la plana. O no se dieron cuenta.
En nuestra modesta opinión, el 0 debiera ser el primer número de la escala matemática, y no el 1. Expliquémonos por qué.
En nuestra modesta opinión, el 0 debiera ser el primer número de la escala matemática, y no el 1. Expliquémonos por qué.
Cuando la NASA lanza sus naves al espacio, dice: 5,
4, 3, 2, 1… 0, y recién entonces se disparan los cohetes. Igual ocurre cuando
'contamos' en forma regresiva, y recién cuando llegamos a 0, empezamos a actuar
o se disparan los cohetes. Si el 1 es el primer número, ¿por qué se llega a 0
en esos casos?.
Además, si 'no vale nada', ¿por qué decimos
'empezar de cero', por decir desde un principio. ¿Por qué no decimos, para
estar de acuerdo a las normas matemáticas, 'empezar de 1'?
Y como el 0 no vale nada, ni sirve para contar,
cuando se tuvo que enumerar los años de vida, y por consiguiente los siglos que
transcurrían, se le ignoró olímpicamente. Y el asunto, ahora, se nos ha hecho
un sancochado. Continuemos, a ver si nos dejamos entender.
Nuestro calendario se inicia con el nacimiento de
Cristo. Bien. Desde ese año hasta el 99 o 100 (¿por qué no 00?) transcurrió el
primer siglo de nuestra era. Pero no se dice que es el siglo 0. A esta primera
centuria se le denomina siglo I. (Ojo: al 0 se le llama uno, pero en romanos.)
A los años que van del 100 (o 101) hasta el 199 (o
200, hasta su último milésimo de segundo) se le denomina siglo II. Y seguimos
así hasta hoy. Lo que lleva a preguntarnos, sin hallar explicación
satisfactoria, por qué llamar 1(o I) a lo que es 0; 2 (o II) a lo que es 1, y
20 (o XX) a lo que es 19. El supuesto error matemático se oculta en la
numeración con dígitos romanos.
Actualmente, contando como lo hacemos, vivimos en
el vigésimo primer siglo y lo denominados siglo XXI. Pero es para referirnos a
los años 2000, es decir, llamamos veintiuno a lo que es 20. Así como llamamos
quince (o XV) a los años 1400. Tamaño despropósito. Todo por seguir ignorando a
nuestro amado 0 y quitarle todo valor.
Por si no nos hemos dejado entender, veamos el
asunto desde otro ángulo. Los asesinatos de John Kennedy (1963) y Martin Luther
King (1968) ocurrieron en la década de los años 60. ¿Correcto? Bien. Las bombas
que destruyeron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki (1945) fueron lanzadas en
la década de los años 40. ¿Correcto?
Bien. El comienzo de la I Guerra Mundial (1914) y
la Revolución Rusa (1917) ocurrieron en la década de los años 10. ¿Correcto? Y
La guerra ruso-japonesa (1904-1905) y la muerte del Papa León XIII (1904)
ocurrieron en la década de los años… hummm. ¿Cómo denominar a esa década? ¿De
los años 0 o 00? No nos parece correcto decir 'en la década de los años 1900',
porque tampoco decimos 'en la década de los años 1960'. ¿Nos hacemos los locos
como hacen muchos historiadores, escritores, matemáticos, periodistas y otros
bípedos pensantes, y nos evitamos, así, meternos en honduras?
Ahora bien, estamos en el siglo XXI para indicar
-otra vez, Andrés- a los años que vayan desde el 2000 hasta el 2099. Y seguiremos…
con la misma candidez.
Por último, en algunos países sudamericanos (en
Centro América, concretamente), lo que nos pareció correcto en un primer
momento, los pisos de sus edificios no están numerados como entre nosotros.
Allá se dice piso 1 al que para nosotros es el piso 2. Y lo que para nosotros
es el piso 1, allá se dice 'primera planta'. Pero evitan referirse al piso 1
como 'segunda planta'. Esta no existe, o sea, hay primera pero no segunda
planta.
Es decir, tienen primera planta y piso 1. ¿Se
concibe mayor candidez? Lo correcto, nos parece, sería piso 0 y piso 1.
Lo que nos lleva a pensar, como decíamos líneas
arriba, que en esos países también se aceptó esta forma de numeración, sin
analizarla detenidamente… o sin darse cuenta.
SOS: ¿Puede usted explicarnos el asunto y sacarnos de este enredo, señor Tomás Unger?
SOS: ¿Puede usted explicarnos el asunto y sacarnos de este enredo, señor Tomás Unger?
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