Piqueo semanal

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 Premoniciones

Recién juramentados los nuevos ministros de Transportes y Comunicaciones y de la Producción, Bruno Giuffra y el congresista Pedro Olaechea, respectivamente, ambos empresarios, no faltaron los comentarios positivos de algunos congresistas, comentaristas y opinólogos, que auguraban que sabrán cumplir con sus funciones. Pero, nunca faltan voces de políticos inconformes, como Marisa Glave (FA), quien opinó que el retiro de Olaechea restaba fuerzas a la oposición. Como si con el voto de Olaechea se pudiese contrarrestar la arrolladora mayoría fujimorista. Dijo, además, que el gabinete se había convertido en un 'club de gerentes del sector privado'.

 

Bruno Giuffra, Pedro Olaechea y Marisa Glave.

 Rebuscadores

Con lo dicho, no nos sorprendería que las hordas fujimoristas u otro sector interesado estén a la caza de cualquier 'conflicto de intereses' que pudieran encontrarle a los nuevos ministros (y a los otros 'gerentes' también) con la finalidad de traérselos abajo. Por ahí circulan esas 'unidades de investigación' de las que se ufanan algunos programas de la televisión ('Panorama' y 'Cuarto poder' dixit) y que, sospechamos, se trataría de exintegrantes del SIN -cuando lo encabezaba el 'doc' Montesinos-. Expertos en hurgar en el basurero de la historia de las personas y con amplia experiencia en seguimientos, esos investigadores estarían ofreciendo sus servicios al mejor postor. De algo tienen que vivir, ¿no?

 

Reglaje con tecnología moderna.

Locuras

 "Quien pide poco es un loco", dice un viejo refrán que la bancada fujimorista pareciera poner en práctica frente al actual gobierno. No les bastó con lograr la renuncia del ministro Vizcarra, sino que además exigían que renunciara a la primera vicepresidencia de la República. La exigencia de la bancada, expresada –previa coordinación entre ellos- por la vicepresidenta del Congreso, Rosa Bartra; el vocero Luis Galarreta y sus colegas Miguel Torres y Daniel Salaverry, hubiera continuado. Pero el cuestionamiento hecho por destacados constitucionalistas y conocedores del tema, les hizo comprender que el pedido no prosperaría. Por eso, su patrona Keiko les ordenó que pararan el mototaxi.

¿Congreso controlador o abusador?

Repitentes

No tranquilos con ello han revelado su intención de interpelar a los ministros del Interior, Carlos Basombrío, y de Salud, Patricia García, por cuestiones que bien pueden ser explicadas –como lo hacen casi a diario- en las comisiones ordinarias respectivas. Pareciera que estos señores quisieran superar el récor de la llamada Coalición Apra-UNO (Unión Nacional Odriísta) que durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry censuraba ministros a diestra y siniestra, con los argumentos más irrisorios. A los cuatro meses de gobierno los aprunos se trajeron abajo al primer gabinete que encabezaba Óscar Trelles, y después a otros nueve ministros (a razón de uno cada seis meses), y provocó la renuncia del gabinete de Oswaldo Hercelles que abrió las puertas al golpe de Estado de 1968.

 Censuradores

Recordemos que entre los ministros censurados por bancada apruna figuraba el de Justicia (después presidente del gobierno de transición) Valentín Paniagua, por un malentendido llevado hasta el límite. El Congreso le debía satisfacciones que Paniagua nunca pidió y que otro sí reclamó. Y lo censuraron sin haber hecho sencillamente nada reprobable. Más indignante fue lo ocurrido con el ministro de Educación, Carlos Cueto Fernandini, quien al recibir una pregunta de un diputado odriísta contestó que los desacuerdos que estaban apareciendo podrían tener una razón 'semántica', es decir, que le estaban entendiendo una cosa por otra. Una banda de ignorantes se puso de pie gritando que retirara esa palabra. Y lo censuraron por decirla. Cuánta razón tenía el jurista y catedrático Manuel Vicente Villarán cuando dijo que "en el Perú, las Cámaras no han alcanzado el poder de crear gabinetes, pero tienen y practican el poder de destruirlos".

   

Óscar Trelles, Valentín Paniagua, Carlos Cueto y Oswaldo Hercelles.

Respondones

Ante tantas estupideces diarias, hace unos días el premier Zavala salió al frente para expresar que "una cosa es control político y otra abuso del poder". Bastó eso para que la titular del Congreso, Luz Salgado, saliera a pedirle que se disculpara por sus expresiones. Pero omitió censurar las sandeces de todo calibre que a diario vierten los de su bancada contra los ministros. Ah, y hasta dijo sentirse 'consternada' por la renuncia de Vizcarra, porque "todo esto se pudo haber evitado". Claro, pues, Vizcarra no les dio el gusto de que lo censuraran, y los fujimoristas se quedaron con las ganas de darse ese lujo.

 

Fernando Zavala y Luz Salgado.

Olvidadizo

Todo lo ocurrido se debe a la famosa adenda incluida en el contrato para la construcción del aeropuerto de Chinchero. El congresista García Belaunde llegó a calificar de 'vendepatria' al exministro. A ese señor que tanto le gusta hurgar en la historia para lanzar infundios –como su libro sobre Mariano Ignacio Prado- le preguntaríamos cómo calificaría a los que elaboraron la famosa 'Acta de Talara' por la cual el Perú pretendía poner fin al problema de la Brea y Pariñas, que el gobierno de Leguía había dejado en herencia a nuestro país.

 Recordatorio

La ley, promulgada por el Parlamento dominado por la coalición apruna, fue promulgada por el jefe de su partido, Fernando Belaunde, y él mismo la firmó junto con los presidentes de las dos Cámaras, Manuel Cox, del Senado; y Andrés Towsend, de Diputados. El documento dejaba en manos de la International Petroleum Company (IPC) la refinería de talara y varios miles de hectáreas de la selva para la exploración petrolera de esa compañía canadiense-norteamericana, que explotó nuestro país durante más de medio siglo. Fue la prueba de entreguismo más escandalosa de nuestra historia, a la que se sumó la desaparición de la famosa 'Página 11', en la que se consignaban los pagos que debía hacer esa empresa. ¿Fueron los autores de ese esperpento de contrato unos 'vendepatrias'?

   

García Belaunde; firma del 'Acta de Talara'; Manuel Cox y Andrés Towsend.

Reivindicación

Por supuesto que ningún periodista de ningún medio se atreverá a hacerle la pregunta a García Belaunde. Tal fue la indignación nacional que motivó la intervención del gobierno militar encabezado por el general Juan Velasco Alvarado, quien como primera decisión anuló la nefasta 'Acta' y cinco días después dispuso la ocupación militar de los campos petrolíferos de Talara y la expulsión de la IPC de nuestro país. Ese día fue designado 'Día de la Dignidad Nacional', porque, efectivamente, el Perú recuperó su dignidad como Nación libre y soberana. Por supuesto, cuando asumió por segunda vez la presidencia del Perú, lo primero que hizo Belaunde fue dejar sin efecto esa efemérides, porque le traía malos recuerdos. ¿No fue así, señor García Belaunde?