La gesta estudiantil que cambió al mundo
Inicio del movimiento
El viernes 3 de mayo el decano ordena el cierre de la facultad en Nanterre y provoca que las protestas se trasladen a la Sorbona.
El lunes 6 de mayo los 'ocho de Nanterre', entre ellos Cohn Bendit, implicados en las protestas, acuden a declarar ante el Comité de Disciplina de la Universidad, mientras en la plaza de La Sorbona comienza a congregarse gran cantidad de estudiantes vigilados por la policía, que finalmente carga contra ellos.
Plaza de La Sorbona, punto de concentración.
Ante esta situación, la Unión Nacional de Estudiantes y el Sindicato de Profesores llaman a la huelga exigiendo la retirada de la policía y la reapertura de La Sorbona, y la liberación de los estudiantes detenidos hasta el momento.
Ese mismo día, se realiza una nueva manifestación que concluye con grandes enfrentamientos entre las barricadas levantadas en el Barrio Latino. La violencia de la policía provoca un sentimiento de solidaridad de la mayor parte de la sociedad francesa.
Al día siguiente, 7 de mayo, desfilan por el Arco de Triunfo parisino cantando el himno de 'La Internacional' comunista. A partir de entonces las manifestaciones se vuelven rutinarias. Los adoquines, el arma de los estudiantes, volaban todos los días.
El punto de inflexión del movimiento se da la noche del 10 de mayo, conocida como "la noche de las barricadas". En ella confluyen junto a los estudiantes cientos de jóvenes obreros que se sienten identificados con los reclamos y que han sido abandonados por el PCF. Con la ayuda de los vecinos del Barrio Latino, estudiantes y obreros impiden la entrada de la policía. Finalmente, la policía logra disolver las casi 60 barricadas por la fuerza, produciéndose los más duros enfrentamientos de todo mayo con cientos de heridos.
Las centrales obreras se ven obligadas a llamar a una huelga general para el 13 de mayo. Allí se consolida la unidad obrero-estudiantil. La huelga sería la mayor de Francia: 10 millones de trabajadores en huelga, y 200 mil estudiantes y obreros manifestándose en París contra De Gaulle y su política.
El 13 de mayo la policía abandona las calles, los estudiantes son liberados, pero el fuego ya está encendido, de modo que los huelguistas se unen para ocupar la Sorbona y decorarla con banderas rojinegras con retratos de Marx, Lenin, Mao, Fidel Castro y el Che Guevara bajo el eslogan más representativo: Interdit d'interdire (prohibido prohibir), seguido de otros como: ¡La imaginación al poder! ¡Tomemos el cielo por asalto! ¡Seamos realistas, pidamos lo imposible!
Entre los trabajadores se extiende rápidamente las ocupaciones de fábrica, muchas con secuestros de jerárquicos o empresarios. Los periodistas se organizan para hacer llegar la contrainformación oficial. Paralizan los transportes, los astilleros, el gas, la electricidad. La CGT discute cómo reubicarse frente a un movimiento obrero que la está desbordando en sus acciones y consignas y, a su vez, cómo separar el movimiento estudiantil de los trabajadores, organizando a sus militantes para impedir la solidaridad entre los dos sectores.
Carteles de mayo 68.
Al día siguiente los trabajadores de Sud Aviation en Nantes y los de Renault en Cleon, Flins, Le Mans y Boulogne-Billancourt ocupan sus fábricas. Poco a poco la huelga se extiende y paraliza la mayor parte de la Francia industrial. La V República tiembla.
En los días siguientes se suman a la huelga los controladores aéreos, los trabajadores del carbón, del transporte, del gas y la electricidad y los periodistas de la radio y la televisión. En Nantes, obreros y agricultores cortan los accesos a la ciudad y controlan el precio de los productos ofrecidos en las tiendas, que solo pueden abrir con autorización del Comité de Huelga.
Con la transformación de un movimiento estudiantil surgido en una universidad del extrarradio en una huelga espontánea, los estudiantes tratan de crear una unión con los trabajadores. Varios miles de estudiantes marchan el 16 de mayo a Boulogne-Billancourt a encontrarse con los obreros encerrados en las fábricas pero, aunque se realizan muestras recíprocas de solidaridad (ambos colectivos cantan 'La Internacional' en las puertas de las fábricas ocupadas), las verjas de los puestos de trabajo que los separan no llegan a abrirse.
El 17 de mayo es creado el Consejo por el Mantenimiento de las Ocupaciones que apoya las huelgas salvajes y se opone a la moderación de los sindicatos.
El 24 de mayo una nueva "noche de las barricadas" termina con un muerto y 500 heridos. En Nantes, se suman también los campesinos, que invaden la ciudad bajo la consigna: "No al régimen capitalista, sí a la revolución completa de la ciudad".
La República francesa sigue temblando. No funcionan los trenes, las fábricas ni los aeropuertos. Prácticamente ningún coche circula en París. La televisión y la radio públicas secundan la huelga. Hasta el Festival de Cannes de cine se ve interrumpido. Pese a que la calma regresaría en junio, nada volvería a ser igual.
José Luis Vargas Sifuentes
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