JOSÉ LUIS VARGAS SIFUENTES
El español es el segundo idioma más hablado en el mundo como lengua materna por más de 400 millones de personas, seguido por el inglés que lo hablan más de 360 millones de seres humanos. (El primero es el chino que lo hablan más de un millardo de personas.)
Pero poco conocemos de las curiosidades halladas en las 93,111 entradas de que consta la 24.a edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), como que la más extensa de todas es electroencefalografísta, con 23 letras en total. Le siguen tres palabras con 22 letras: anticonstitucionalidad, electroencefalográfico y esternocleidomastoideo; diez con 21 letras y 24 palabras con 20 letras cada una.
En el vocablo centrifugados todas las letras son diferentes y ninguna se repite; la palabra oía tiene tres sílabas en tres letras; aéreo, cuatro sílabas en cinco letras, y euforia tiene las cinco vocales y solo dos consonantes.
En la palabra aristocráticos cada letra aparece dos veces; y los términos arte y agua son masculinos en singular y femeninos en plural, para evitar la cacofonía.
Sigamos: el vocablo cinco es el único número que por coincidencia tiene a su vez cinco letras, caso que no se registra en ningún otro número; el término corrección tiene dos letras dobles; y las palabras ecuatorianos y aeronáuticos poseen las mismas letras, pero en diferente orden; y lo mismo ocurre con argentinos e ignorantes. Simples coincidencias.
Otros casos: el término estuve contiene cuatro letras consecutivas por orden
alfabético (s-t-u-v); y menstrual, con sus nueve letras, es el vocablo más largo con solo dos sílabas; en tanto que la palabra pedigüeñería tiene los cuatro firuletes que un término puede tener en nuestro idioma: la virgulilla de la ñ, la diéresis sobre la ü, la tilde del acento y el punto sobre la i.
alfabético (s-t-u-v); y menstrual, con sus nueve letras, es el vocablo más largo con solo dos sílabas; en tanto que la palabra pedigüeñería tiene los cuatro firuletes que un término puede tener en nuestro idioma: la virgulilla de la ñ, la diéresis sobre la ü, la tilde del acento y el punto sobre la i.
¿Recuerdan qué es un palíndromo? Este término proviene del griego polin dromein (volver hacia atrás) y se refiere a la palabra que puede leerse de izquierda a derecha y viceversa. Un ejemplo es la palabra reconocer, pero existen muchas más: aibofobia (precisamente, fobia a los palíndromos), abalaba, ala, anona, kayak, arenera, arepera, anilina, aviva, oro, oso, ojo, radar, rajar, rallar, rotor, salas, somos, sometemos; y hasta nombres propios: Menem, Neuquén, Oruro, etc.
El compositor y pianista español Víctor Carbajo dedicó los últimos 30 años a reunir y colgar en Internet (www.carbajo.net) un total de 212,212 palíndromos (la cifra misma es un palíndromo), recogidos de 554 autores (Borges, Cortázar y Cabrera Infante, entre ellos).
Leamos algunas frases palíndromas de muestra: amad a la dama; allí va Ramón y no maravilla; amigo, no gima; amo la pacífica paloma; atar a la rata; ateo poco poeta; dábale arroz a la zorra el abad; el bar es imán o zona miserable; la ruta natural; Anita lava la tina; ¿son mulas o cívicos alumnos?, y así por el estilo.
Hay semipalíndromos o bifrontes, palabras que leídas al revés tienen distinto significado. Ejemplos: Adán–nada; amor-Roma; animal-lámina; rata-atar; ratón-notar; zorra-arroz, etc.
Para concluir: en una oportunidad se atribuyó a la escritora española Lucía Echevarría, ganadora del Premio Planeta 2004, haber afirmado que murciélago era la única palabra en el idioma español que contenía las cinco vocales.
El lector José Fernando Blanco Sánchez envió al director del diario ABC una carta que decía: “Mi estimada señora: Piense un poco y controle su euforia. Un arquitecto escuálido, llamado Aurelio o Eulalio, dice que lo más auténtico es tener un abuelito que lleve un traje reticulado y siga el arquetipo de aquel viejo reumático y repudiado, que consiguiera en su tiempo ser esquilado por un comunicante, que cometió adulterio con una encubridora cerca del estanquillo, sin usar estimulador.
“Si el peliagudo enunciado de la ecuación la deja irresoluta, olvide su menstruación y piense de modo jerárquico. No se atragante con esta perturbación que no va con su milonguera y meticulosa educación… Solo me queda recomendarle que se refresque con hojas de eucalipto.”
La página web Solo sé que no sé nada aprovechó el bulo y elaboró una lista con 42,266 palabras en español que contienen las cinco vocales, entre ellas abaniqueo, aceitunero, descuartizado, enronquecía, informulable, preludiaron y reconquista.
Además, explica que no hay palabras en español que incluyan las cinco vocales en orden y sin repetirlas; tres las contienen en orden inverso: sudorífera, sudorienta y cuodlibertal, y solo una las tiene repetidas: guineoecuatorial.
Aquí lo dejamos.
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