viernes, 5 de octubre de 2018

RE: El Poema del día

Piolín, qué bonito poema. Qué dulce. Me encanta leer poemas, así que me gusta mucho recibirlos. Gracias. Saludos. 

Enviado desde Outlook


De: José Luis Vargas Sifuentes <piolinvar@gmail.com>
Enviado: viernes, 5 de octubre de 2018 17:26
Para: piolinvar.sifuentes72@blogger.com
Asunto: El Poema del día
 
 Rafael Obligado (1851-1920)

Fue un escritor, poeta y académico argentino, padre del también poeta Carlos Obligado.

 

La flor del seíbo

 

Tu 'Flor de la caña',

oh plácido amigo,

no tuvo unos ojos

más negros y lindos,

que cierta morocha

del suelo argentino

llamada... su nombre,

jamás lo he sabido;

mas, tiene unos labios

de un rojo tan vivo,

difúndese de ella

tal fuego escondido,

que aquí en la comarca,

la dan los vecinos

por único nombre,

la flor de seíbo.

 

Un día -una tarde

serena de estío-

pasó por la puerta

del rancho que habito.

Vestía una falda

ligera de lino;

cubríala el seno,

velando el corpiño,

un chal tucumano

de mallas tejido;

y el negro cabello,

sin moños ni rizos,

cayendo abundoso,

brillaba ceñido

con una guirnalda

de flor de seíbo.

 

Miréla, y sus ojos

buscaron los míos...

Tal vez un secreto

los dos nos dijimos.

Porque ella, turbada,

quizá por descuido,

su blanco pañuelo

perdió en el camino.

Corrí a levantarlo,

y al tiempo de asirlo,

el alma inundóme

su olor a tomillo.

Al dárselo, "Gracias,

mil gracias!" - me dijo,

poniéndose roja

cual flor de seíbo.

 

Ignoro si entonces

pequé de atrevido,

pero ello es lo cierto

que juntos seguimos

la senda, cubierta

de sauces dormidos;

y mientras sus ojos,

modestos y esquivos,

fijaba en sus breves

zapatos pulidos,

con moños de raso

color de jacinto,

mi amor de poeta

la dije al oído:

¡Mi amor, más hermoso

que flor de seíbo!

 

La frente inclinada

y el paso furtivo,

guardó aquel silencio

que vale un suspiro.

Mas, viendo en la arena

la sombra de un nido

que al soplo temblaba

del aire tranquilo.

- "Allí se columpian

dos aves, me dijo:

dos aves que se aman

y juntas he visto

bebiendo las gotas

de fresco rocío

que absorbe en la noche

la flor del seíbo".

 

Oyendo embriagado

su acento divino,

también, como ella,

quedé pensativo.

Mas, como en un claro

del bosque sombrío

se alzara, ya cerca,

su hogar campesino:

detuvo sus pasos,

y llena de hechizos,

en pago y en prenda

de nuestro cariño,

hurtando a las sienes

su adorno sencillo,

me dio, sonrojada,

la flor del seíbo.

 

El Poema del día

 Rafael Obligado (1851-1920)

Fue un escritor, poeta y académico argentino, padre del también poeta Carlos Obligado.

 

La flor del seíbo

 

Tu 'Flor de la caña',

oh plácido amigo,

no tuvo unos ojos

más negros y lindos,

que cierta morocha

del suelo argentino

llamada... su nombre,

jamás lo he sabido;

mas, tiene unos labios

de un rojo tan vivo,

difúndese de ella

tal fuego escondido,

que aquí en la comarca,

la dan los vecinos

por único nombre,

la flor de seíbo.

 

Un día -una tarde

serena de estío-

pasó por la puerta

del rancho que habito.

Vestía una falda

ligera de lino;

cubríala el seno,

velando el corpiño,

un chal tucumano

de mallas tejido;

y el negro cabello,

sin moños ni rizos,

cayendo abundoso,

brillaba ceñido

con una guirnalda

de flor de seíbo.

 

Miréla, y sus ojos

buscaron los míos...

Tal vez un secreto

los dos nos dijimos.

Porque ella, turbada,

quizá por descuido,

su blanco pañuelo

perdió en el camino.

Corrí a levantarlo,

y al tiempo de asirlo,

el alma inundóme

su olor a tomillo.

Al dárselo, "Gracias,

mil gracias!" - me dijo,

poniéndose roja

cual flor de seíbo.

 

Ignoro si entonces

pequé de atrevido,

pero ello es lo cierto

que juntos seguimos

la senda, cubierta

de sauces dormidos;

y mientras sus ojos,

modestos y esquivos,

fijaba en sus breves

zapatos pulidos,

con moños de raso

color de jacinto,

mi amor de poeta

la dije al oído:

¡Mi amor, más hermoso

que flor de seíbo!

 

La frente inclinada

y el paso furtivo,

guardó aquel silencio

que vale un suspiro.

Mas, viendo en la arena

la sombra de un nido

que al soplo temblaba

del aire tranquilo.

- "Allí se columpian

dos aves, me dijo:

dos aves que se aman

y juntas he visto

bebiendo las gotas

de fresco rocío

que absorbe en la noche

la flor del seíbo".

 

Oyendo embriagado

su acento divino,

también, como ella,

quedé pensativo.

Mas, como en un claro

del bosque sombrío

se alzara, ya cerca,

su hogar campesino:

detuvo sus pasos,

y llena de hechizos,

en pago y en prenda

de nuestro cariño,

hurtando a las sienes

su adorno sencillo,

me dio, sonrojada,

la flor del seíbo.

 

El Poema del día

 Rafael Obligado (1851-1920)

Fue un escritor, poeta y académico argentino, padre del también poeta Carlos Obligado.

 

La flor del seíbo

 

Tu 'Flor de la caña',

oh plácido amigo,

no tuvo unos ojos

más negros y lindos,

que cierta morocha

del suelo argentino

llamada... su nombre,

jamás lo he sabido;

mas, tiene unos labios

de un rojo tan vivo,

difúndese de ella

tal fuego escondido,

que aquí en la comarca,

la dan los vecinos

por único nombre,

la flor de seíbo.

 

Un día -una tarde

serena de estío-

pasó por la puerta

del rancho que habito.

Vestía una falda

ligera de lino;

cubríala el seno,

velando el corpiño,

un chal tucumano

de mallas tejido;

y el negro cabello,

sin moños ni rizos,

cayendo abundoso,

brillaba ceñido

con una guirnalda

de flor de seíbo.

 

Miréla, y sus ojos

buscaron los míos...

Tal vez un secreto

los dos nos dijimos.

Porque ella, turbada,

quizá por descuido,

su blanco pañuelo

perdió en el camino.

Corrí a levantarlo,

y al tiempo de asirlo,

el alma inundóme

su olor a tomillo.

Al dárselo, "Gracias,

mil gracias!" - me dijo,

poniéndose roja

cual flor de seíbo.

 

Ignoro si entonces

pequé de atrevido,

pero ello es lo cierto

que juntos seguimos

la senda, cubierta

de sauces dormidos;

y mientras sus ojos,

modestos y esquivos,

fijaba en sus breves

zapatos pulidos,

con moños de raso

color de jacinto,

mi amor de poeta

la dije al oído:

¡Mi amor, más hermoso

que flor de seíbo!

 

La frente inclinada

y el paso furtivo,

guardó aquel silencio

que vale un suspiro.

Mas, viendo en la arena

la sombra de un nido

que al soplo temblaba

del aire tranquilo.

- "Allí se columpian

dos aves, me dijo:

dos aves que se aman

y juntas he visto

bebiendo las gotas

de fresco rocío

que absorbe en la noche

la flor del seíbo".

 

Oyendo embriagado

su acento divino,

también, como ella,

quedé pensativo.

Mas, como en un claro

del bosque sombrío

se alzara, ya cerca,

su hogar campesino:

detuvo sus pasos,

y llena de hechizos,

en pago y en prenda

de nuestro cariño,

hurtando a las sienes

su adorno sencillo,

me dio, sonrojada,

la flor del seíbo.

 

martes, 2 de octubre de 2018

El Poema del día

 Tito Fernandez, El Temucano (Chile, 9 de diciembre de 1942-  )

Cantautor y folclorista chileno. (La palabra 'huacho' se refiere al hijo de padres desconocidos.)

 

El huacho

Ande m'hijo acérquese
que fue lo que le dijo anoche a su hermana
yo no entendí mucho, pero una palabra
p'a serle bien franco, no me gustó nada.
De un tiempo a esta parte 'usté' está muy macho,
se me va de farra con los amigazos
y hasta me parece, m'hijo, que se le ha 'olvidao'
que aquí, en ésta casa, yo soy el que mando.
Así es que el hijo de su hermana es 'huacho'
linda palabrita ¿no? cómo ha 'progresao'
antes cuando chico, me acuerdo, llegaba llorando
a buscar la falda de esa que ha 'insultao'.
Me parece m'hijo que hasta se le olvida
que mamá murió cuando usted nacía
y que fue su hermana la que no dormía
pensando en la papa, de 'usté', al otro día.
Aquí, en esta casa, no existe ni un huacho,
todos son mis hijos ¿me entendió? y no aguanto
que un mocoso'e mierda, como 'usté', me venga
a insultar la reina que tengo en el rancho.
Cierto que es soltera y que tiene un hijo,
pero si ahora es madre fue por que ella quiso,
no como esas otras, que usted ha 'conocío'
que se hacen remedio pa' perder el crío.
Así es que no quiero nunca más oírlo
diciendo algo feo o en contra del niño,
Dios es nuestro padre, si falta cariño,
y ella es nuestra madre, bueno, porque yo lo digo.
Así es que ahora vaya donde está su hermana,
le pide perdón y aquí no ha pasado nada,
mañana nos vamos con la tropa lejos,
y hace falta un hombre, porque yo estoy viejo.

 

lunes, 24 de septiembre de 2018

Los mil y un roches (La sublime infiel)

Por César Augusto Dávila


Hace algunos años, un famoso escritor que viajaba de incógnito en busca  de Macchu Picchu, me hizo el sorpresivo honor de invitarme en secreto a un trago-party al cual asistieron dos o tres celebridades de nuestra pluma 'especializada en misterios'.

Siendo yo el menos encopetado de tan rumboso merengue, tuve el buen tino de escuchar en silencio una historia de trágico amor infiel que, según el ilustre visitante, tuvo lugar en Afganistán, quizás por esos tiempos en que Scherezade evitaba perder la mitra contándole truco y medio al curioso Harún al Raschid, allá en el Bagdad de la lámpara maravillosa.

Entonces pues, dicen que dijeron que un rico comerciante atinó a contemplar en cierta fulera tenducha,  lo que a su peregrino juicio, resultó ser 'la mujer más hermosa del mundo'. Ante lo cual,  dicho sapolín, apelando a viejas costumbres islámicas preterruca, dejó de lado cualquier cireo romántico y de frentón se le mandó al papi de la interfecta con una propuesta matrimonial, que incluía un rebaño de camélidos cargados de joyas, monedas de oro y otras coqueterías que el futuro suegro aceptó al toquepala, sacando la cuenta de lo que significaba ligar un yerno así de rumboso y no los misios que a uno le suelen tocar en suerte en nuestros cristianos tiempos. ¡Alabado sea Alá!

Notificada del asunto, la bella pérfida aceptó sin chistar, pues en aquellos tiempos y en tales latitudes cualquier desobediencia a padre o marido ameritaba un degüello sobre el puchero, sin dudas ni murmuraciones.

Ya a solas con el futuro montante -que al parecer de pinta andaba medio caifaz, pero de bille era súper coquetón- sincronizada con el muezín, que solía cantar la gloria de Alá, único Dios y Mahoma su carreta, la más buenamoza del bolondrón puso sus condiciones, las cuales consistían en dormir en habitaciones separadas y para aquello del chuculún, esto solo tendría lugar cuando ella estuviera de humor, como estilan las gatas, apenas se les alborota el sueño sobre el tejado caliente.

El pata, ya embarcado en la pomada, atracó caballero nomás.  Y la boda se celebró entre bombardas y cascabeles.

Bueno, todo lo dicho hubiera estado 'a la par con Londres', como decía mi abuelo materno, acariciando su leontina de oro, a no ser por un 'pequeño detalle', destapado  algo así como seis años más tarde.

Un lengualarga chupamedias alertó al poderoso caballero en el sentido de que su  hermosísima esposa solía aprovechar cuando el dueño del circo, es un decir, agarraba el ronque, para salir por una falsa portavianda a chapar misma leona enfurecida, con un feligrés que era su gil desde antes del fabuloso casorio.

Ahicito nomás el cornúpeta consorte no aguantó el salto y se  dispuso a planchar su machucado honor, como se dice en criollo de la zambería.

Y a continuación -tras el correspondiente corte comercial de cualquier telellorona- esperó a que la infiel terminara de consumar uno de sus tantos capítulos de apachurre, para ingresar al patadón de puerta en el jabe del atrasador, y en menos de lo que canta un moro cortarle la peluca  cráneo included, al filo de su espada sarracena, guárdame esa flor.

Y luego, tras limpiar su honra -y de pasada la chaira vengadora-, regresó solapín nomás, a su mancillado hogar, para dormir el quieto sueño de los fieles, tal y como manda El Corán a  los justicieros de su colle. Y todo iba bien -o por ahí-  hasta que en el curso de un paseo dominical, tan feliz pareja pasó en coche por el jato del antiguo atrase, ante cuya visión la potisuelta sintió que se le movía el chocolate y dijo: "Alejémonos de este lugar inmediatamente", motivando que quién sabe por qué el ayer deshonrado perdiera el dominio de los mufles y saliera acotando: "En otros tiempos, no tenías tanta prisa", dejando al descubierto el calentao por tanto tiempo sombreado.

En conclusión, una noche de esas, al volver a su casita, el marido encontró a sus tres calatitos degollados con la misma zumbante espada con que había ejecutado su venganza y mientras cerraba la bocamanga abiertota por la sorpresa, salió de debajo de la cama su infiel esposa, que le asestó un tremendo sablazo por la retaguardia, obligándolo a salir embalado antes que le rebanara la testa con turbante y todo.

Pero como en tierras de Alá la venganza es todo un credo, cuentan quienes lo supieron que el honorable cornúpeta vagó por el arábigo territorio durante mucho tiempo, buscando a 'la más hermosa del mundo', sin encontrarla, desde luego. Ella se ha convertido, pues,  en legendaria belleza inencontrable, salvo para los dones mágicos de la literatura, cuya gracia hoy os obsequio, mis queridos cuchi cuchis.

 

domingo, 23 de septiembre de 2018

El Poema del día

 Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897)

Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz fue una religiosa carmelita descalza francesa declarada santa en 1925 y proclamada Doctora de la Iglesia en 1997 por Juan Pablo II. El siguiente poema le es atribuido, aunque muchos lo consideran anónimo.

 

No me mueve mi Dios...

 

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Femenino gesto de rebeldía

Publicado en el diario oficial El Peruano hoy (sábado 8.09.18)

Resultado de imagen para Ventura Ccalamaqui

El pasado 27 de julio fue presentado el libro 'Ventura Ccalamaqui. Rebeldía y Libertad', que rescata para la historia la imagen de esta heroína huamanguina, una de las tantas mujeres que colaboraron con las gestas libertarias y los levantamientos revolucionarios y dieron muestras de su heroísmo, como lo recordáramos en una nota publicada en esta misma página el 13 de mayo de 2017.

El libro, escrito por el periodista e investigador Roberto Bustamante, contribuye a rescatar a uno de los símbolos del coraje de la mujer peruana, como tantas otras a las que debemos un debido reconocimiento, con miras a la conmemoración del bicentenario de la proclamación de nuestra independencia.

De Ventura Ccalamaqui (voz quechua que en castellano significa 'brazo desnudo') solo se sabe que nació en Huamanga, ciudad fundada en 1539 y cuna, también, de María Parado de Bellido. Se ignora quiénes fueron sus padres, en qué colegio estudió, si se casó y tuvo hijos o no. No hay información seria alguna que sirva para construir una sucinta biografía de este sorprendente personaje. De ella solo se sabe que era panadera y quechua hablante.

Su nombre se dibujó en los labios del pueblo de generación en generación tras un hecho real, histórico, que ocurrió el 31 de agosto de 1814 en el cuartel de Huamanga.

Aquel día, Ventura reunió en la plaza de abastos de esa ciudad a más de mil mujeres, entre campesinas y expendedoras del mercado, y se dirigió al entonces cuartel de Santa Catalina (actual Centro Artesanal Soshaku Nagase) y realizó un memorable motín desafiando al destacamento de la monarquía española acantonada en esta ciudad. Su meta era impedir que los milicianos de su pueblo se aunaran a los españoles y marchasen con ellos a enfrentarse a una expedición de las tres que habían organizado los revolucionarios del Cusco bajo el liderazgo de los hermanos Angulo y Mateo Pumacachua. Con ese gesto puso en jaque al ejército español, impidiéndoles salir a enfrentar a las tropas independentistas.

Mujer valiente y de sangre campesina, tenía un don disuasivo, casi siempre con las mangas de su blusa remangada y con un carácter resuelto a luchar contra la injusticia. El h    

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Las mejores fotos con un iPhone en 2018 (I)

Para quienes no lo sabían, existe ese concurso de fotografía que cada año premia las mejores imágenes tomadas con iPhone. Se trata del iPhone Photography Awards -IPPAWARDSque este año celebra su décimo primera edición, de la que ya se han dado a conocer sus ganadores. "Este año las fotografías fueron técnicamente impresionantes. Los usuarios de iPhone se han vuelto especialmente precisos en la narración visual", declaró el fundador de la organización, Kenan Aktulun, a través de un comunicado de prensa. Seleccionadas entre miles de imágenes de fotógrafos procedentes de más de 140 países, el concurso explora, en 18 categorías, imágenes que van desde lo más abstracto hasta las situaciones más cotidianas de la vida. En definitiva, abarcando todo aquello de lo que con nuestro ingenio y un teléfono móvil, somos capaces de capturar.

'Displaced' (Desplazados)


Ganador absoluto del Gran Premio de la competición. Niños rohingya ven una película de concienciación sobre salubridad cerca del campo de refugiados de Tangkhali en Ukhiya, Bangladesh. (Fotografía tomada con un iPhone 7).

'Baiana in yellow and blue' (Baiana en amarillo y azul)


Primer puesto. Tomada en Salvador de Bahía, Brasil. Mujer con ropas tradicionales de una "baiana" cuidando el camión, durante su descanso laboral.Fotografía tomada con iPhone 6S

'Eye to Eye' (Ojo a Ojo)


Segundo puesto. Foto tomada con un con un iPhone 6. U niño se coloca un pez frente a uno de sus ojos cuando van a tomar una foto cerca al mar en YanTai Shan Dong, China.

'I want to play' (Yo quiero jugar).


Tercer puesto. Un niño que perdió una pierna observa a sus amigos jugar al fútbol y dice que si le dejaban el también quería jugar, en Yangon, Myanmar. Foto tomada con un iPhone 7 Plus.

'Corrugations'


Foto ganadora del primer premio en la categoría: Abstract. Simple y sorprendente imagen en blanco y negro de restos de cartón en un espacio industrial desordenado y enmarañado. En Brisbane, Australia. Fotografía tomada con un iPhone X.

'Collapcity'


Tercer premio en la categoría: Abstract. Esta foto es una fachada de uno de los edificios más reconocibles de Pozna, el antiguo Hotel Polonez, cerrado, y reabierto como un centro dormitorio para estudiantes. Considerado muy moderno y lujoso en los años 80, para el año 2000 ya se encontraba bastante deteriorado. Pozna, Polonia. Foto tomada con un iPhone 6S.

Fuente: National Geographic